
he puesto en el estado de mi facebook que las cosas se van acomodando despacito... y es que eso es lo que siento. nuevamente el ritmo del mundo se acelera y la tierra empieza a girar sobre su eje más rápido que como está escrito en los libros de geografía.
en los libros de geografía en realidad pueden mentirnos como les plazca, nadie se tomará la molestia de verificar a cuántos años luz está mercurio del sol, ni cuánto miden los satélites ocultos de Júpiter.
las personas también podemos ser como los libros de geografía, decir muchas cosas que al final nadie puede comprobar... sino, quizás, con el tiempo.
me siento temerosa, como los niños que recién empiezan a caminar y luego de una caída fuerte ya no quiren volverlo a intentar. El pto es que aunque el temor está mis ansias de volar son tan grandes que necesito ponerme de pie para correr y así tomar impulso.
no he conocido ningún caso de algún niños con plenas facultyades motoras que no llegue a caminar. (la pregunta es si yo tengo mis plenas facultades sensitivas y espirituales, o si es que están falladas como todo lo que en mí debería ser normal)
después de haber corrido despavorida del dolor por este camino que voy andando desde hace 22 años, me detengo en algún punto y miro atrás con la respiración entrecortada. no veo nada, la niebla desdibuja el serpenteado sendero que parece escabullirse entre los átomos cargados de pasado. tal vez he llegado a ese punto en el que no sé quién he sido.
quiero mirar al espejo y sonreír. quiero saber que camino derecho, o chueco, o cómo sea! pero que camino como yo lo decido.
después de tratar de controlar la respiración en aquel punto del camino , me paro derecha y entonces me ubico en dirección contraria a la anterior, ahí, al frente de ese camino que también se pierde en la incertidumbre.
sabes? contigo la incertidumbre se pinta del color del amanecer de mi alma cuando, de pronto, ya no tiene tanto frío.
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